4 de noviembre de 2012

De como hipotecar tu vida por unos ojos bonitos (parte III)

Bueno gentecilla, ayer os dejé a medias y, en vista de mi para nada provechoso insomnio, voy a terminar esa historia. Mejor dicho, voy a terminar el año, porque la historia seguirá y seguirá y casi hasta sigue todavía a día de hoy...pero, eso, que me voy por las ramas.
Dejé la historia en el momento en el que me disponía a coger el autobús para chuparme casi 12 horas de carretera que me llevarían, con mi instituto, a Andorra. Primer fallo: había dos autobuses y al Hada de Hielo y a mi nos tocó ir separados. Primera oportunidad perdida. Las 12 horas me las chupé con la Ametralladora. Jamás entenderéis el por qué completo del mote hasta que tengáis que vivir eso...pero, fueron pasando más mal que bien. El Hada de Hielo y yo aprovechábamos las paradas para estar juntos, aunque el ambiente entre nosotros dos estaba...enrarecido, por así decirlo. Pero, a fin de cuentas, era achacable al viaje y a lo incomodo que era el autobús.
Paso a detallaros los puntos dónde yo pensaba atacar a saco:
-Habia una fiesta en plan “despedida de la semana” que sonaba como momento idóneo. ¿Qué pasó? Se anuló quién-sabrá-por-qué.
-Íbamos a ir a Caldea. Y fuimos. Por si no sabéis qué es, es un SPA en mitad de las montañas pirinaicas. Muy bonito, ciertamente...ya os contaré qué pasó ahí...
-Aprovechar cualquier momento de intimidad máxima como, por ejemplo, las subidas en el telesilla.
-"Secuestrarla" cuando estuviese con sus amigas, pero esto era lo menos plausible. Así que me limité a los dos puntos que ya tenía.
Pero, antes de hablaros de mis intentos de conquista, tengo que introducir a un nuevo personaje. Se llamará LabiosSellados. LabiosSellados era una chica de mi edad, de mi instituto, estaba en Andorra, llevaba como un año coladita por mi y...y era la mejor amiga de el Hada de Hielo. Lo de LabiosSellados viene por su extrema timidez. Tan extrema, que era contagiosa. Con esto quiero decir que ella no me hablaba a mi por vergüenza y yo, a ella, inexplicablemente, la correspondía de la misma forma. ¡Y lo mejor de todo es que por Internet hablábamos horas y horas! Total, un sinsentido. Pero bueno, sigo con lo mío.
Quizás fuese culpa de LabiosSellados, o que el Hada de Hielo me la quería jugar, o yo que sé qué. Lo que si sé es que esa semana, para mi, pasó a denominarse “El Desastre”. La cosa fue así: como yo no hablaba con LabiosSellados, el Hada de Hielo se enfadó conmigo y decidió no hablarme a mi tampoco. Claro, esto me forzó a tratar de hablar con LabiosSellados aunque fuese por volver a hablar con el Hada de Hielo. Sin embargo, ese hecho consiguió que LabiosSellados se enamorase más de mi y le comiese (entiendo yo) la cabeza más todavía al Hada de Hielo. Pero, al menos, el Hada de Hielo me volvía a hablar. Claro que...no volvió a ser lo mismo. Ella se sentía culpable, creía estar jugándosela a su amiga.
Recuerdo con bastante nitidez una conversación en la que lo más importante fueron los silencios. El Hada de Hielo siempre fue muy filosófica, muy trascendental, muy metafísica...siempre se dio esos aires. Y, claro, 5 minutos en un telesilla, helados de frío, hablando y callando, fueron larguísimos. Íbamos hablando de LabiosSellados, que si estaba muy bien que ya nos hablásemos, que si no-sé-qué-más...hasta que dijo que tenía frío. No se me ocurrió otra cosa que pasarle un brazo por los hombros y, como le sacaba una cabeza holgada, prácticamente la rodeé entera y la hundí en mi pecho. Bueno...No tiró el telesilla al suelo de milagro. ¡Qué rebote se cogió!¡Por darle un abrazo para darle calor! Desde ese momento supe que no terminaría bien todo el tema.
Sin embargo, y pese a su hostilidad hacia mi, seguí intentándolo, solo que sin tantas muestras físicas de cariño. Y, el siguiente asalto se libraría en Caldea. Aquello ya si que fue hasta esperpéntico.
Nos llevaron a ese SPA para pasar un par de horas y nos dejaron andar por todo el recinto. Veréis, 100 niños correteando por ahí no debe de ser muy usual y...bueno, aquello era una locura.
Pero, lo que importa para esta historia es lo que sucedió.
Veréis, Happyphant llevaba muy triste toda la semana y, la muy tozuda, se negaba a contármelo. Pero lo del día de Caldea ya fue excesivo: se echó a llorar de repente. Claro, sentí la necesidad de animarla, tratar de apoyarla y ayudarla. Así que así perdí otra oportunidad de conseguir al Hada de Hielo. Me pasé las dos horas tratando de encontrarla a la vez que animaba a Happyphant, pues no veía incompatible estar con las dos a la vez. Pero el Hada se había volatilizado. Sin embargo, esas dos horas con Happyphant fueron bastante productivas, porque acabó contándome qué le pasaba. Ella estaba pilladísima por un chico, pero él estaba enamorado de una de sus amigas y Happyphant no se consideraba suficientemente atractiva para conseguir que el chico olvidase a su amiga. Así que me pasé las dos horas tratando de hacerle olvidar a aquel tío.
Por la noche, de vuelta al hotel y tras la cena, una sorpresa me esperaba en mi habitación: estaba tan tranquilo viendo la tele cuando picaron a la puerta. Era normal, pues nos pasamos cada noche de esa semana de habitación en habitación. Pero lo que había al otro lado del dintel no podría haberlo esperado jamás.
Era Happyphant, pero ya no estaba triste.
Estaba enfadada.
Conmigo.
Lo primero que hizo fue soltarme una hostia en toda la cara.
Lo segundo, empezar a insultarme a gritos, haciendo que todos saliesen de sus habitaciones para ver el show que había montado en el pasillo.
Cuando conseguí reaccionar, la metí en mi habitación y cerré la puerta. Conseguí calmarla y que explicase qué pasaba.
Había discutido con el Hada de Hielo porque ésta estuvo borde con ella en todo el viaje en el autobús de vuelta al hotel. Se había enfadado con ella por haberse pasado todo el tiempo en Caldea conmigo. Realmente, yo le gustaba. Pero, no era a la única. Happyphant acabó confesándome que el chico que le gustaba era yo y que la amiga era el Hada de Hielo. Tras reponerme del golpe, no pude hacer más que pedirle que se fuese de mi habitación, lo que consiguió que se enfadase más conmigo, ya que era yo el objeto de su discusión con el Hada de Hielo.
El resto de semana, otros dos días más, me los pasé esquivando miradas asesinas del Hada de Hielo, de Happyphant, de Doña Posturera y de la Ametralladora. Habían hecho piña contra mi y les iba bien. Esos dos días sé que pasaron porque no puedes detener el tiempo, pero parecía que no avanzase nada. El viaje de vuelta al instituto fui bastante solo, aunque fuese sentado con más gente. Recuerdo calarme el gorro hasta los ojos, ponerme los cascos y desear dormir hasta estar en casa.
El resumen del viaje a Andorra era el haber perdido a las 4 únicas personas a quienes había considerado amigos en toda mi vida, además de haber visto como toda oportunidad de tener una relación con el Hada de Hielo se esfumaba...
Pero 2009 llegaba a su fin y sólo podía confiar en que 2010 supusiese un cambio de aires en mi vida. Y, como ya leeréis, así fue. Pero eso pertenece a entradas futuras.
Me despido por hoy, pero prometo subir un par de entradas nuevas este fin de semana de 4 días; seguir contandoos el desastre que se me avecinaba. Pero, como ya dije, eso pertenece a entradas futuras.
Besos a todos, gentecilla. Seguid comentando y visitando el blog, pero...¡habéis de difundirlo también!
Y, recordad, la cabeza alta, que es lo que les jode(aún os quedan casi 2 años para entender por qué digo esa frase jajajajajaja).

4 comentarios:

  1. Joder......menuda escapada a la. nieve.....me estoy enganxando a tu blog asi k como repercuta en mis examenes veras.....jajajajaj sigue asi!!!! me encanta!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya te digo; y no queda ni nada por contar! Y lo de engancharte esta bien, pero son sólo 5 minutinos al día, así que que no te repercuta!!!

      Eliminar
    2. y para cuando nueva entrada?? jjajjajajajajaa

      Eliminar
    3. Creo que hoy no podré, pero mañana actualizo seguro!

      Eliminar