4 de noviembre de 2012

El Titiritero o "De cómo creerte las cosas que te quieres creer"


Bueno gentecilla, hoy os quiero contar una cosa de la que yo me enteré bastante más tarde, pero así sabéis cómo estaba la situación de verdad, al contrario de como estaba yo, que vivía en mi puto propio cuento de hadas, nunca mejor dicho...
Yo estaba loquito por el Hada de Hielo, qué duda cabe de eso. Y ella, en un principio, dejaba entrever que también por mi. Pero era sólo eso, dejar entrever. Dudo seriamente de que en algún momento yo le haya gustado lo más mínimo, pero en 2009-2010 yo me creía que si.
Realmente, el Hada de Hielo tenía su corazoncito. Pequeño y gélido pero, ¡oye!¡Que ahí estaba! Y el dueño de ese corazoncito va a llamarse el Titiritero. El Titiritero era un chaval de nuestra ciudad, un año mayor si no me equivoco. Siempre fue un bala perdida. O, al menos, siempre me lo pareció. 
Repetía curso y le tocó en mi clase. Nos hicimos amigos por conveniencia. Básicamente, porque las clases eran muy aburridas y teníamos que hablar el uno con el otro para no morir de aburrimiento. Es muy triste, pero es lo que pasó. Así nos pasamos todo el año lectivo 2009-2010, hablando durante las clases de temas banales. Siempre me pareció el Rey de las Máscaras, pues era capaz de mostrarle a cada persona lo que cada persona quería ver de él. En el fondo, me parecía un genio. Pero, a flor de piel, me parecía un capullo. Por desgracia, Doña Posturera le idolatraba, así que no sólo me lo tragaba cuando estaba en clase, sino que los recreos también danzaba por ahí, aunque siempre en menor medida. Era casi como si no estuviese, pues sólo hablaba con Doña Posturera, pero siempre pensé que atraía la mirada del Hada de Hielo. Sin embargo, no todo lo que el Titiritero podía aportar era malo, ya que gracias a él conocí a la Perezosa, pero eso ya os lo contaré en otra entrada...
El Titiritero se iba adentrando en el grupo y, cuando pasó todo lo que os conté en la entrada anterior, consiguió meterse de pleno en el grupo y pasé de ser yo el centro de atención, a serlo él. Así vi cómo era relegado a lameculos sin darme siquiera ni cuenta.
Junto con esta nueva incorporación, otro cambio tenía lugar. Ya era totalmente obvio que el Hada de Hielo le prefería a él. No podía hacerle más la pelota, no podía reírle más las gracias tontas, no podía idolatrarle más...Representaba todo lo que ella siempre había querido. Y yo seguía sin querer creerme que me habían sustituido. Me tiré casi 5 meses viendo como era segundo plato...quizás hasta tercer plato o ni siquiera entraba en menú.
Quiero contaros un par de casos particularmente conflictivos que tuvieron lugar entre el Hada de Hielo y yo.
EL PRIMERO tiene lugar el 5 de Enero de 2010. Había conseguido que Happyphant interviniese y convenciese al Hada de Hielo para que obviase nuestro gran-pequeño bache. Habíamos recuperado la amistad, pero como si no hubiésemos recuperado nada. Ese día, me lo pasé con todas ellas, incluida LabiosSellados. Ella seguía con su timidez característica y contagiosa, así que yo decidí obviarla. Yo ya había hablado con ella en Andorra, no veía por qué ella seguía sin hablarme a mí, así que opté por hacer como si ella no existiese. Si ella hacía eso conmigo, siendo ella quien iba por mí, ¿por qué tenía que forzar yo la conversación, si sólo la veía como un obstáculo en mi relación con el Hada de Hielo? Sin embargo, como casi todos mis planes, no funcionó. El Hada de Hielo no sólo no se lo tomó a bien, sino que se enfadó conmigo cuando se dió cuenta de que pasaba de LabiosSellados, cuando toda la tarde de antes la había pasado conmigo de risas. Para la hora de la Cabalgata de los Reyes, estaba de morros conmigo y no quería saber de mi ni que aún existía. Otra vez, gracias a Happyphant de nuevo, consiguieron hacerla entrar en razón y que se diese cuenta de que no era culpa mía que LabiosSellados no me hablase. Y con esto, consiguieron que se volviese a pegar a mi (si a eso se le puede entender como pegarse, dado que el contacto físico parecía seguir horrorizándola). Sin embargo, nada avanzó y cada vez era más visible que no sentía nada por mí, sólo que yo fui total testigo de que el amor es ciego y no ve más que lo que quiere ver. Ahí es donde debería haberme dado cuenta de que más que relación teníamos un parche del que sobresalían trocitos de relación. Sin embargo, seguí viendo una amistad que perfectamente podía desembocar en relación sentimental.
EL SEGUNDO tiene lugar a mediados de marzo. En esa época, el Titiritero le metía fichas a saco al Hada de Hielo, y eso me ponía de muy mala hostia. Yo pensaba en aquellas fechas que igual era posible que fuese cierto que al Hada de Hielo tal vez no le gustase yo y le gustase otro, pero no lo tenía claro en absoluto.
Un buen día, en nuestras conversaciones diarias, el Hada de Hielo me pidió un favor bastante...extraño. Aún es el día de hoy que sigo creyendo que todo esto fue una idea del Titiritero, pero en ese momento no lo quise ver. Ella se quejaba del ficheo constante y cansino de él y me pidió que actuase como si fuese su novio para ver si así él la dejaba en paz. Si, si, con esas palabras prácticamente. Con esa desfachatez. Que me hiciese pasar por su novio. En un primer momento pensé que era una idea pésima y no funcionaría y le dije que si ella sabía lo que hacían los novios cuando estaba uno delante del otro. Cuando me preguntó que a qué me refería y le dije que los novios, normalmente, así como algo habitual, se solían besar cuando estaban juntos, esperé una respuesta del estilo "aborta entonces". Pero todo lo que obtuve por respuesta fue un "claro que lo sé, ¿qué te crees, que soy tonta?". A mi, eso, me parece que es una indirecta bastante directa. Entonces, llegué a plantearme que quizás ese fuese un punto de inflexión en nuestra amistad, un paso adelante por su parte diciendo que yo le gustaba. Así que dejamos establecido que, al día siguiente, actuaríamos como si fuésemos novios, a ver si el Titiritero la dejaba en paz. 
Con esa ilusión me fui yo a la cama esa noche.
La mañana siguiente fue totalmente diferente: La vi. Me encaminé a ella. Le sonreí desde lejos. Me miró raro. Me sorprendió. Me preocupé. Estaba a menos de 5 metros. Se encogió. Me detuve. Iba a besarla. Me paró. Me miró no a los ojos, sino a los pies. Abrió la boca y dijo: "mejor olvídate de todo lo que hablamos ayer". Y se fue.
Tres horas después, en el recreo, la vi en un pasillo, hablando con el Titiritero como si el chanchullo para hacerse pasar por su novio hubiese sido con él. Estaba sobándole el pelo, acariciándoselo, algo que ella siempre ha odiado. Se me cayó el mundo a los pies. Desde ese momento me di cuenta (POR FIN) de que no teníamos futuro posible. Aunque el tiempo me quisiese quitar la razón después. Pero yo, casi en Abril de 2010, no podía saber qué pasaría en el futuro. Como tampoco sabía qué pasaría ese mismo Junio ni a quién conocería en ese mes. Pero, todo esto, pertenece a futuras entradas.
Lo dejo por hoy, gentecilla. Ya sabéis, comentad, difundid y si tenéis ideas, ¡sugeridlas!
Seguid con la cabeza bien alta, que es lo que les jode...

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